El intento del corazón del hombre es malo. (1 Gn 6.5, 1 Gn 8.21, 1Co 8.46, 2Cr 6.36, Sal 143.2, Ec 7.20, Jer 17.9, Mt 7.11, Mt 15.18-20, Lc 11.13, Jn 2.23-25, Jn 7.7, Ro 3.10-18). Por eso el hombre no es capaz de hacer la voluntad de Dios por sus propias obras. (Jer 10.23, Lc 17.10, Eph 2.8-10). Por eso dependemos absolutamente de la gracia de Dios. (Ro 2.4, Ro 9.16). Estos mensajes provocan enfado en muchos, porque no encaja con los pensamientos de la mayoria de la gente (Ro 1.17, 1Cor 1.23, 1Cor 2.14, 2Tes 3.2). El pensamiento de la gente es depravado por el pecado, de modo que no puede comprender lo que realmente es bueno. Deslumbrado por un mundo visual materialistico, confundido por falsas doctrinas religiosas y debilitado por la naturaleza pecadora propia, los hombres no buscan realmente la verdad, sino a menudo se dan por satisfechos con verdad aparente. Solo si el Espiritu de Dios nos revela, lo que pasa con nosotros y con este mundo, podemos entender la verdad en la palabra de Dios (Lc 24.31, Lc 24.45, Jn 14.6, Jn 18.37).

 

Dios quiere que reconozcamos, que sin El no podemos hacer nada realmente bueno (Is 64.6, Dn 9.18, Zac 4.6, Jn 15.5). Si no creemos que el hombre es malo, nos engañamos a nosotros mismos. Obras realmente buenas, que Dios reconoce, empiezan despues de que uno es nacido de nuevo - como lo dice la biblia y son preparados antes por Dios (Ef 2.10, Flp 1.6, Flp 2.13).

 

Toda la honra pertenece solo a Jesus. (Is 42.8, Jn 5.23, Ap 4.10-11).

 

Hasta aqui tiene que llegar el entendimiento, que todo lo que era antes de que una persona es nacida de nuevo, era malo. E incluso despues debemos decir: Siervos inútiles somos; hemos hecho lo que debíamos hacer. (Lc 17.10) - No se debe enaltecer nuestro corazon!