Dios no puede mentir (Nm 23.19, 1S 15.29, Tit 1.2, Heb 6.18). Por eso todo lo que el Espíritu Santo dice debe ser conforme a la palabra de Dios. En Jn 16,14 leemos, que el Espíritu Santo glorificará al Señor Jesus (Jn 15.26). Si Jesus es realmente glorificado (no solamente con los labios), esto es obra del Espíritu Santo. El Espíritu Santo siempre dirige/lleva a Jesucristo. (1Co 12,3, 1Jn4.2-3). Donde se confía solo en la palabra de Dios y en Cristo (Jn. 1.1), allí hay tambien verdadera libertad cristiana (2Co 3.17). Allí no ocupan hombres con sus apetencias de poder un lugar central, tampoco en secreto entre bastidores. Donde obra el Espíritu Santo, no hay bastidores, porque no se hace teatro. Donde obra el Espíritu Santo hay verdadera hermandad y Jesucristo esta en el centro. Donde está el Espírito del Señor, los creyentes no se inclinan/postran ni hacen reverencia a hombres, que tratan de tomar una posicion mediadora en el sentido del servicio sacerdotal del AT. Sino: Donde está el Espírito del Señor, cada creyente tiene entrada directa a la cabeza Jesucristo (Jn 15.1-5, Ef 4.14, 1Ti 2.5, Heb 4.14-16, Heb 7.11-18).